«He redactado esta carta más extensa de lo habitual porque carezco de tiempo para escribirla más breve.» (Blaise Pascal, 1623-1662).
Está claro que la sencillez y la claridad no siempre llegan por el camino más fácil ni más rápido, aunque el resultado sea más breve. En un mundo donde la información se propaga de forma instantánea, se multiplica, se mezcla, se distorsiona, se estira, se extiende, se solapa, se repite, confunde, persuade, manipula y a menudo abruma, sintetizar ha pasado de ser una virtud a una necesidad.
Iré al grano: ¿Cuánto tiempo, malentendidos, frustraciones y fracasos nos ahorraría decir tan solo lo que tenemos que decir?
Why don’t you cut to the chase? Seguro que más de una vez se te ha pasado por la cabeza esta frase atendiendo una llamada de teléfono, asistiendo a una reunión, leyendo un email o simplemente, escuchando a alguien que supuestamente va a contarte algo.
Eso, en español coloquial, se llama IR AL GRANO y significa abordar un tema desde lo fundamental, de forma directa, sin esquivar el tema o divagar.
El origen de la expresión procede del mundo de la agricultura y, concretamente, del cereal: La acción de la trilla consiste precisamente en separar el grano de la paja, es decir, la semilla, que es lo que se busca, del tallo.
De ahí que TRILLAR también signifique, en sentido figurado, recurrir tanto y tan repetidamente a un tema, que ya no resulta original ni interesa. Por ejemplo: “Esa publicidad ya está muy trillada”.
Y de ahí también que PAJA de use para referirse a la información accesoria, de relleno o prescindible, que no aporta nada. “La segunda parte del curso está bien, pero al principio meten mucha paja”.
Juguemos un poco con la expresión:
Iré al grano, para que me entiendas.
¿Podrías ir al grano, por favor, que tengo prisa?
Vayamos al grano.
(Ve) Al grano, por favor.
El director tenía prisa y tuvimos que ir al grano.
Como ves, lo que varía es la conjugación del verbo IR, en el tiempo y la persona que corresponda, según el contexto, es decir, según la persona que va -o queremos que vaya- al grano.
Y como lo directo se agradece, lo breve también. El refranero español tiene una frase estupenda al respecto: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno.” O como diría Polonio, en Hamlet: “Brevity is the soul of wit”.
Si quieres empezar yendo al grano, puedes introducir tu discurso así:
Seré breve… / En pocas palabras… /Para resumir…
Y para concluir, también yendo al grano, puedes usar estos conectores:
En resumen… / En definitiva…. / Para finalizar…
Procura evitar hacer lo contrario de ir al grano:
Salir (o salirse) por peteneras / Enrollarse. / Andarse con rodeos
“No me gusta andarme con rodeos. Sé que en las reuniones uno tiende a enrollarse y acaba saliendo por peteneras. Yo prefiero ir al grano, así que esta es la situación: o nos renovamos o morimos”.
La píldora de hoy:
Cómo ir al grano en tus comunicaciones profesionales. Según Cesar Piqueras, formador, conferenciante internacional y autor de más de quince libros sobre gestión y liderazgo empresarial: