No vamos a hablar de Chaikovsky ni de Natalie Portman y ni siquiera de esta estilizada ave originaria de Australia, antes de cuyo descubrimiento, en 1697, se pensaba que todos los cisnes eran blancos.
Cisne Negro es, en el mundo financiero, una metáfora que cierto filósofo libanés estadounidense llamado Nassim Taleb desarrolló en su libro homónimo (2007). El autor, entre otras cosas, cuestionaba los análisis económicos basados en la racionalidad y previsibilidad de los patrones, sin tener en cuenta que pudiera haber “cisnes de otro color”, es decir, que se contemplara la posibilidad de lo improbable.
Desde entonces el término se usa para predecir el impacto en los mercados financieros de una serie de eventos impredecibles. Una vez acaecidos, dichos eventos tratan de explicarse retrospectivamente como si se pudieran haber previsto. Eventos de este tipo serían las guerras, los atentados, las catástrofes naturales y cualquier fenómeno capaz de crear un fuerte impacto a nivel global.
Por ejemplo, cinco grandes cisnes negros previos al coronavirus serían: el hundimiento del Titanic (1912), la Gran Guerra (1914-1945), el Lunes Negro (1987), el 11-S (2001) e incluso Internet, si tenemos en cuenta no tanto el invento tecnológico sino su trascendencia en todas las esferas de nuestra vida.
Taleb resume los tres atributos que debe tener todo cisne negro: “rareza, impacto extremo y retrospectiva (que no prospectiva)”. Y añade que una pequeña cantidad de cisnes negros explican el mundo, “desde el éxito de las ideas y las religiones, a la dinámica de los acontecimientos históricos, hasta los elementos de nuestra vida personal” (Fuente: The New York Times, en Wikipedia)
En cuanto al COVID-19, aparente súper cisne negro de nuestra historia reciente, no suele considerarse como tal: por un lado, no hay rareza ni improbabilidad (las pandemias han marcado la historia y además en las últimas décadas sí se contemplaba una pandemia global, si bien no se sabía cuándo); por otro lado, a día de hoy resulta imposible medir su impacto como para hacer una predictibilidad retrospectiva.
Saxo Bank vaticina todos los años los cisnes negro del año siguiente, algo que tiene mucha difusión entre los mercados financieros. En las listas anuales de esta firma danesa, los últimos cinco años tienen a Estados Unidos y al petróleo como elementos recurrentes, mientras que los temas relativos a la igualdad social ocupan el porcentaje más bajo. He aquí la lista para el presente año que fue publicada el pasado diciembre:
- Se pospone el plan de acabar con los combustibles fósiles.
- Facebook tropieza al querer frenar el éxodo de los jóvenes.
- Las elecciones legislativas de EE.UU. provocan una crisis constitucional.
- La inflación en EE.UU. alcanza el 15% impulsada por el alza de los salarios
- La estrategia europea de clima, energía y defensa se financia con pensiones privadas
- El patriarcado corporativo amenazado en los mercados por la defensa de la igualdad.
- India, nuevo miembro sin derecho a voto del Consejo de Cooperación del Golfo.
- La tecnología blockchain desmantela las tradicionales plataformas de streaming.
- La tecnología “hipersónica” impulsa la carrera espacial y provoca una Nueva Guerra fría.
- Una nueva combinación de tratamientos permite alargar la vida humana 25 años.
¿Y qué hay de la guerra de Rusia y Ucrania?
Sin duda un caldo de cultivo para amenazas “improbables”: la invasión de Taiwan por parte de China, el fin de la globalización económica tal y como la conocemos o una guerra nuclear, entre otras. ¿Surgirán de este conflicto nuevos cisnes negros?
Las píldoras de hoy
Relativo a ver con anticipación:
Previsibilidad vs. Imprevisibilidad. Previsible vs. imprevisible. Prever. Previsto. Previsor/a
Relativo a la verosimilitud, a la posibilidad de que pase:
Probabilidad vs. improbabilidad. Probable vs. improbable.
Relativo a anunciar algo que va a suceder:
Predictibilidad vs. impredictibilidad. Predecible vs. impredecible. Predecir. Predicho.
Relativo al pasado o futuro de un hecho o a su análisis.
Previo vs. posterior. Retrospectiva vs. prospectiva.
Relativo a pronosticar, adivinar:
Vaticinar. Vaticinio.